03_ENTREGA FINAL
- albaarenos
- 31 may 2022
- 2 Min. de lectura
Un refugio lo podemos definir como un lugar que sirve para protegerse del entorno exterior, tanto personas como animales. A esta idea le sumamos la característica de ser un lugar de desconexión, un sitio donde puedes parar a descansar antes de continuar el camino.
Pero protegerse del espacio exterior no implica aislarse de este, sino que conlleva crear unas relaciones interior-exterior de forma que se pueda observar el entorno estando resguardado.
Por esto el refugio está diseñado para ser un ALTO EN EL CAMINO, un espacio de encuentro, de relación, de descanso, de refugio… entre la gente que habita este espacio, y la gente que está de paso por él, y hacen una parada en su ruta.
Este camino lo encontramos en las tres ubicaciones escogidas, Menorca, Baztán y Finisterre, y es a partir de él donde nace la idea del proyecto, el Alto en el Camino. El refugio se construye junto a esta senda, que divide el edificio en dos partes, una zona privada reservada para los huéspedes y otra pública abierta a todos los montañeros.
En cuanto a la construcción de los edificios encontramos una estructura que combina muros portantes, con pórticos de hormigón armado, y dejando en el exterior una fachada caravista, característica de este proyecto.
Además, al tener unas localizaciones con climas diversos, nos adaptamos a cada uno de estos mediante pequeñas modificaciones del refugio. Ya que en cada una de las ubicaciones buscamos tanto la mejor orientación y las mejores visuales, como la protección frente al sol.
Estas alteraciones, se basan en el giro de todo el bloque y la variación de la longitud de los voladizos, ya que en Menorca la incidencia solar es mayor, por tanto son más extensos que en Baztan y Finisterre, donde se acortan.
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